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Thursday, September 13, 2007

KCasas.FSánchez - Táctica en torno al TLC CostaRica(29, VII, 2007)

MEMORÁNDUM

Presidente de la República,
Ministro de la Presidencia

De: Kevin Casas, Fernando Sánchez

Fecha: 29 de Julio de 2007

Asunto:
Algunas acciones urgentes para activar la campaña del SÍ al TLC.

Estimados don Oscar y don Rodrigo:

Luego de la larga conversación el día viernes 27, tras participar en un debate sobre el TLC en San Isidro de Heredia, la actividad que resultó muy reveladora, hemos decidido hacerles llegar este memorándum, que puntualiza algunas acciones que estimamos convenientes para activar cuanto antes la campaña en favor del TLC. Evidentemente, no son las únicas que habría que hacer, pero pensamos que son importantes.

1. Establecer un comité de estrategia de la campaña del SÍ

Esto es quizá lo más urgente de todo. En este momento no hay una orientación clara de qué es lo que hay que hacer para ganar, cómo hacerlo y con quién. Pero, peor aún, no hay un mecanismo establecido para tomar esas decisiones. Lo que hay, a medias, es pura estructura operativa y pura respuesta táctica, mas no estrategia. Ese vacío ha sido llenado con las decisiones (o la ausencia de ellas) tomadas por el grupo de comunicación, lo que claramente es insuficiente. Es esencial que el Presidente de la República y el Ministro de la Presidencia formen parte de ese comité.

2. Construir una coalición social a favor del TLC

Aquí transcribimos lo que uno de nosotros escribió hace ya casi 3 años en un memorandum dirigido a Marco Vinicio Ruiz:

«El debate no lo va a ganar el gobierno ni lo van a ganar los empresarios, pero sí lo puede ganar una coalición. Uno de los graves errores que han cometido los sectores favorables al TLC ha sido delegar su defensa en los negociadores del acuerdo y, en general, en el gobierno. Aún antes de los recientes escándalos, que han minado la confianza en el estamento político, los niveles de gobernabilidad del gobierno eran ya muy bajos y probablemente insuficientes para conferir legitimidad a un proyecto tan controversial. En este momento nadie le cree una palabra al gobierno, ni a los políticos y por ello sería una locura delegarles la función de defender el tratado. Formar una coalición y hacer que la defensa del TLC sea una obra colectiva es crucial no solo para superar esta tarea de legitimidad, sino para evitar que la discusión acuse el mismo desbalance que fue ampliamente visible durante el conflicto del “combo” en el año 2000 cuando la organización de los opositores no tuvo más contrapeso que la voz solitaria del gobierno. Es vital demostrar que en la discusión sobre el TLC hay dos bloques amplios de interés, y eso supone que los sectores favorables - que tienen intereses nada difusos y tan intensos como los de los opositores - deben ser organizados y articulados. Esto es esencial para que la discusión sobre el TLC no corra con la misma suerte del “combo”.»

La importancia de este punto no puede soslayarse. La campaña sobre el TLC se está convirtiendo en lo que nunca debimos haber dejado que se convirtiera: una lucha entre ricos y pobres, y entre pueblo y gobierno. La coalición que tenemos en contra es formidable: universidades, Iglesia, sindicatos, grupos ambientalistas, etc. Y del otro lado, a favor del TLC, sólo están el gobierno y, a medias, los grandes empresarios. Así no hay forma de ganar. Es urgentísimo meter en la campaña, por lo menos, a los pequeños empresarios, a los solidaristas y a lo que se pueda del cooperativismo. Y cuando decimos meter en la campaña es, simplemente, que “aparezcan” por todo lado las caras de algunos de sus líderes. Obviamente, si esos líderes además pueden efectivamente controlar parte de esos movimientos sociales, pues tanto mejor. Cierto es que en el solidarismo, en particular, no hay liderazgos nacionales fuertes. Si es así habrá que crearlos ya. Hay que darle presencia en medios a algunas caras del solidarismo y ello mismo los irá convirtiendo en líderes. ¿Quién era Eugenio Trejos en el país hace 6 meses? Es la exposición en medios la que lo ha convertido en un líder nacional.

3. Gestionar un receso en la Asamblea Legislativa.

La campaña necesita, con urgencia, presencia en todas las comunidades del país. Dictar un receso en la Asamblea es clave para sacar a nuestros diputados, que son más que los de oposición y que no encuentran ninguna limitación para hacer campaña a las comunidades, para organizar la campaña “de a pie”. Es evidente que esto puede tener algún costo para el avance de la agenda legislativa, pero en este momento ese es un problema de tercer orden. Lo primero es, evidentemente, ganar el referéndum. En todo caso, en este momento la agenda legislativa no está caminando por falta de quórum. Eso nos deja en el peor de los mundos: la prensa hace al PLN responsable de la falla de quórum, mientras la oposición (y aun muchos de nuestros “aliados”) no es vista como responsable y anda hacienda campaña. Además, la continuación de las negociaciones en sede legislativa nos expone a constantes chantajes de nuestros “aliados” legislativos, que terminan reflejándose en la campaña del si.

4. Formalizar una alianza con los alcaldes municipales, particularmente los del PLN

Esto es decisivo y por similares razones que lo anterior: necesitamos presencia en todo el país. Existe una carta firmada por 72 alcaldes que no es, en absoluto, desdeñable. En ella, ofrecen su apoyo al TLC, pidiendo, como es enteramente esperable, algunas cosas a cambio. El contenido de la carta tiene elementos descartables, otros enteramente negociables y otros francamente positivos para el gobierno (por ejemplo, el apoyo explícito que ofrecen para la reforma tributaria). Es vital responder adecuadamente a esa carta, responder pronto y responder en un gran acto público.

Pero hay que hacer algo más, particularmente con los 59 alcaldes del PLN. Hay que hacerlos responsables de la campaña en cada cantón y transmitirles, con toda crudeza, una idea muy simple: el alcalde que no gana su cantón el 7 de octubre no va a recibir un cinco del gobierno en los próximos 3 años. El mismo razonamiento puede aplicarse a los regidores, a quienes se puede hacer responsables de distritos específicos. En este último caso hay que recordarles sus aspiraciones personales: de ganar el referéndum depende que tengan posibilidades reales de seguir siendo regidores o de llegar a ser alcaldes o diputados. Ello no solo porque el desempeño del PLN en la próxima elección se verá muy afectado por el resultado del referéndum, sino porque esta elección va a servir para que las autoridades superiores del PLN calibren quién tiene madera de dirigente y quién no. Muchos dirigentes locales no se están metiendo en la campaña para no “quemarse” antes de la próxima elección. El razonamiento tiene que ser exactamente el contrario: el que no se mete de lleno, se “quema”.

Lo que está en la base de esto es un asunto más profundo e importante: es urgente extender el círculo de la gente que se está “jugando el pellejo” en este referéndum. En este momento existe entre nuestros aliados -dentro y fuera del PLN-una actitud generalizada de indolencia, como si pensaran que el único afectado por una derrota sería el Presidente. Es vital que entiendan que ellos van a salir directa y gravemente perjudicados.

5. Oficializar al PLN

Para construir la coalición social antes referida nos queda, desafortunadamente, muy poco tiempo. Lo que tenemos en la Mano es algo bastante menos potable, pero útil: una coalición política. Y eso implica meter de lleno al PLN, que es, por mucho, el actor más importante de esa coalición. Con excepción de la fracción legislativa, hasta ahora el papel de los órganos del PLN en apoyo del TLC ha sido excesivamente comedido. No hay un solo pronunciamiento oficial del PLN en favor del TLC, ni una directriz clara hacia la estructura del partido. Eso ha creado una gran confusión en la dirigencia, que sabe bien, además, que hay una parte del partido que está contra el TLC. La estructura oficial del PLN (Directorio, Comité Ejecutivo) tiene que salir hablando inequívocamente en defensa del TLC, en el entendido de que uno de los principales ganadores o perdedores del referéndum va a ser el PLN.

6. Estructurar y lanzar campaña masiva en medios de comunicación.

Más allá de lo que se pueda hacer en las comunidades y en las empresas, es tan poco el tiempo que queda, que no hay que tener pudor alguno en saturar los medios de comunicación con publicidad. Y precisamente por el corto tiempo, es imperioso dirigir la campaña en dos direcciones:
1) Desbancar la idea de que esto es una lucha de ricos contra pobres. Eso requiere escoger muy bien los rostros de la comunicación masiva del sí y utilizar casi exclusivamente trabajadores y pequeños empresarios.
Asimismo debemos subirle muchísimo los decibeles y la presencia mediática y discursiva a la agenda social del gobierno.
2) Estimular el miedo. Ese miedo es de cuatro tipos:
I. Miedo en la pérdida del empleo.
Aquí pareciera muy recomendable utilizar intensivamente testimoniales de gente muy sencilla y en situación precaria, que puede perder el empleo o ya lo perdió como consecuencia de la no aprobación del TLC. Esto además es vital para reforzar la idea de que esta no es una lucha de ricos contra pobres. Del mismo modo, es posible que en regiones específicas tenga un gran impacto visibilizar los casos concretos de empresas que han postergado inversiones, que han recortado turnos o que se están considerando irse del país por la no aprobación del TLC.
II. Miedo al ataque a las instituciones democráticas.
Es crucial convertir al SÍ en equivalente con la democracia y la institucionalidad (es lo que decía Eduardo Ulibarri: hay que ir llenando al SÍ de un contenido de valores y al NO en equivalente de la violencia y la deslealtad con la democracia) Aquí hay algo muy importante: esta campaña ya dejó de ser racional y, en consecuencia, sobre el contenido del TLC. Así, el argumento de la defensa de la democracia es el único recurso que nos queda para movilizar la emoción de la gente que está a favor del TLC. En este momento la gente que está a favor no sólo no tiene motivación alguna, sino que se siente intimidada por la motivación que muestra la gente del NO. Hay que entender una cosa: nadie está dispuesto a “morir” por el libre comercio, pero tal vez sí por la democracia. Hay que darle una motivación ética y no sólo instrumental al sí.
III. Miedo a la injerencia extranjera en el NO.
Hay que restregar por todas partes la conexión del NO con Fidel, Chávez y Ortega, en términos bastante estridentes. Es posible que este tipo de campaña pueda incomodar a alguna gente, pero es casi seguro de que puede tener un impacto considerable entre la gente más sencilla, que es donde tenemos los problemas más serios.
IV. Miedo al efecto de un triunfo del NO sobre el Gobierno.
Todas las encuestas detectan un grado importante de satisfacción con el Presidente y el Gobierno. Mucha gente simplemente no ha hecho la conexión de que un triunfo del NO en el referéndum, dejaría al Gobierno en una posición precaria, con su efectividad totalmente reducida, y al país en una situación de ingobernabilidad. Esa conexión hay que inducirla. Este es un argumento que puede que solo funcione para ciertos sectores, pero puede ser muy efectivo sembrando la duda. Hay tres preguntas que debemos sembrar en la mente de la gente, que pueden hacer que les tiemble el dedo si están pensando votar por el NO:
1. ¿Están dispuestos a poner en riesgo la estabilidad económica, que casi todo mundo reconoce como un logro del gobierno?
2. ¿Están dispuestos a volver a la época de Abel, cuando no gobernaba nadie, no había ningún sentido de rumbo y no pasaba nada en el país?
3. ¿Han pensado quién va a mandar en el país si gana el NO? (Respuesta inducida para la pregunta: van a mandar Albino, Merino, Carazo, etc.)
Asimismo, es muy importante fortalecer la presencia en la radio (tanto nacional como local) y en los medios rurales escritos, donde tenemos grandes problemas. Hay que poner a funcionar baterías en todos los programas de opinión y mejorar la pauta publicitaria del gobierno en una serie de programas de radio conducidos por gente que tiene toda la disposición de ayudar al gobierno (p.e. Javier Rojas, Jaime Peña, etc.). Si la presencia del sí en radio no mejora drásticamente, esto seguirá manifestándose en nuestra debilidad en las zonas rurales. Es muy posible que los problemas que tenemos en zona rural tengan menos que ver con el fondo de la campaña (temas mal atendidos o desatendidos por esta) y más con la forma en que la gente se informa en zona rural, donde la radio es un medio de información muy poderoso.

7. Generar gran cantidad de documentación impresa sobre el TLC y sobre la oposición, apta para ser repartida.

Un problema serio que tenemos quienes estamos haciendo proselitismo a favor del TLC es la ausencia total de documentación de fácil digestión, que pueda circular masivamente. Como ya es sabido, ese es un punto que el NO ha desarrollado particularmente bien. En este momento tienen empapelado el país con volantes. La documentación que hay que hacer es de tres tipos:
1) La que aclare en lenguaje muy simple, algunos de los argumentos más insidiosos contra el TLC (medicinas, agua, celulares, etc.). Como parte de esto, es muy importante que algunas instituciones clave (p.e. ICE, CCSS, AyA, MTSS) generen oficialmente volantes que contesten en términos muy contundentes los volantes que están siendo repartidas en sus mismas instalaciones por los sindicatos de las instituciones. Se trata de volantes de información, que no pueden, en forma alguna, pedir el apoyo para el TLC (eso debido a la resolución del TSE).
2) La que exponga los efectos de un rechazo al TLC sobre sectores o aspectos específicos (p.e. las láminas de la presentación que usa Jorge Woodbridge);
3) La que siembre cizaña sobre los lideres, motivos, métodos, financiamiento y vínculos internacionales del NO.

8. Organizar un programa sistemático de visitas a las empresas por parte de altos funcionarios del Gobierno.

En este momento, el espacio de proselitismo más fácil de aprovechar y el que nos ofrece las mejores oportunidades es, por mucho, el de las empresas. Ahí hay más de un millón de trabajadores. Debemos organizar un esfuerzo sistemático de visitas a las empresas más grandes del país, con charlas a favor del SÍ impartidas por personas de alto nivel y con documentación en la mano. Ningún esfuerzo de proselitismo es potencialmente tan efectivo como este. Idealmente, eso supone cinco pasos:
1) Disponer de la información de cuáles son y dónde están las empresas más grandes;
2) Que la campaña contacte a los empresarios para que concedan un espacio para la charla;
3) Que la empresa envíe de inmediato una carta al Ministerio de Planificación pidiendo que el gobierno le envíe un representante para hablar del Plan Nacional de Desarrollo o de la visión futura del país o algo por el estilo (eso para cubrimos las espaldas de cara al TSE);
4) Armar un programa de visitas a empresas para, al menos, 30 jerarcas de gobierno;
5) El jerarca visita la empresa (en algunos casos acompañados por el diputado de la zona) y deja documentación.

Si 30 funcionarios visitan 10 empresas por semana, será posible cubrir casi 2500 empresas en las próximas 8 semanas. Hay que dar énfasis a las más grandes y las dirigidas a la exportación. Lo que es importante, en todo caso, es asegurar que los jerarcas de gobierno y los diputados no anden de paseo con el Presidente. Eso es una injustificable pérdida de tiempo y esfuerzo.

9. Organizar un acto multitudinario de fuerza para darle motivación a la campaña

Existe gran desmotivación entre quienes están a favor del TLC, desorientación por la ausencia de una campaña y, en muchos casos, miedo de expresar las opiniones. Hay que motivar a los partidarios del SÍ, hacerles sentir que la campaña está haciendo cosas, que no están solos, que somos muchos. Es recomendable organizar un acto público o un festival multitudinario (podría ser una marcha, pero ahí casi siempre tenemos problemas). Pero la gente tiene que sentirse acompañada y motivada.

Juan Pablo II - La evangelización pasa por la caridad (19, X, 2003)


Juan Pablo II: La Madre Teresa enseña que la evangelización pasa con la caridad
Homilía de la eucaristía de beatificación de la religiosa albanesa

CIUDAD DEL VATICANO, 19 octubre 2003 (ZENIT.org).- Publicamos a continuación la homilía de Juan Pablo II de la eucaristía celebrada en la mañana de este domingo en la Plaza de San Pedro, durante la cual fue beatificada la Madre Teresa de Calcuta.

Ante las más de 300.000 personas que llenaron la plaza y sus alrededores, el texto fue leído por el arzobispo argentino Leonardo Sandri, sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaria de Estado del Vaticano, y por el arzobispo de Bombay, cardenal Ivan Dias.


  1. «El que quiera ser el primero entre vosotros, será esclavo de todos» (Mc 10, 44). Estas palabras de Jesús a los discípulos, que acaban de resonar en esta Plaza, indican cuál es el camino que conduce a la «grandeza» evangélica. Es el camino que Cristo mismo recorrió hasta la Cruz; un itinerario de amor y de servicio que va contra toda lógica humana. ¡Ser el siervo de todos!.

    Por esta lógica se dejó guiar la Madre Teresa de Calcuta, Fundadora de los Misioneros y de las Misioneras de la Caridad, que hoy tengo la alegría de inscribir en el Catálogo de los Beatos. Estoy personalmente agradecido a esta valerosa mujer, a quien siempre he sentido cerca de mí. Imagen del Buen Samaritano, ella se acercaba a cualquier lugar para servir a Cristo en los más pobres entre los pobres. Ni los conflictos ni las guerras lograban detenerla.

    De vez en cuando venía a hablarme de sus experiencias en el servicio de los valores evangélicos. Recuerdo, por ejemplo, cuando dijo al recibir el premio Nobel de la paz: «Si oís que alguna mujer no quiere tener a su hijo y desea abortar, intentad convencerla para que me traiga a ese niño. Yo lo amaré, viendo en él el signo del amor de Dios» (Oslo, 10 de diciembre de 1979).

  2. ¿No es significativo que su beatificación tenga lugar precisamente en el día en que la Iglesia celebra la Jornada Misionera Mundial? Con el testimonio de su vida, la Madre Teresa recuerda a todos que la misión evangelizadora de la Iglesia pasa a través de la caridad, alimentada en la oración y en la escucha de la palabra de Dios. Emblemática de este estilo misionero es la imagen que refleja a la nueva Beata mientras sostiene, con una mano, la de un niño y, con la otra, recorre la corona del Rosario.

    Contemplación y acción, evangelización y promoción humana: la Madre Teresa proclama el Evangelio con su vida entregada por entero a los pobres, pero, al mismo tiempo, envuelta en la oración.

  3. «Quien quiera ser grande entre vosotros debe ser vuestro servidor» (Mc 10, 43). Con particular emoción recordamos hoy a la Madre Teresa, una gran servidora de los pobres, de la Iglesia y del mundo entero. Su vida es un testimonio de la dignidad y del privilegio del servicio humilde. Eligió ser no sólo la última, sino la sierva de los últimos. Como una verdadera madre de los pobres, se inclinó a los que sufrían diferentes formas de pobreza. Su grandeza reside en su capacidad de dar sin importar el coste, dar «hasta que duela». Su vida fue una vida radical y una valiente proclamación del Evangelio.

    El grito de Jesús en la cruz, «Tengo sed» (Jn 19, 28), expresando la profundidad del deseo de Dios por el hombre, penetró el alma de la Madre Teresa y halló tierra fértil en su corazón. Saciar la sed de amor y de almas de Jesús, en unión con María, la Madre de Jesús: esto se convirtió en el objetivo de la existencia de la Madre Teresa y en la fuerza que la sacó de sí misma y la llevó a recorrer el mundo para trabajar por la salvación y la santificación de los más pobres entre los pobres.

  4. «Cuanto hicisteis a uno de esos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis» (Mt 25, 49). Este pasaje del Evangelio, crucial para comprender el servicio de la Madre Teresa a los pobres, era la base de su convicción llena de fe de que al tocar los cuerpos rotos de los pobres ella estaba tocando el cuerpo de Cristo. Era al propio Jesús, oculto bajo la dolorosa apariencia de los más pobres entre los pobres, a quien se dirigía su servicio. La Madre Teresa pone de relieve el significado más profundo del servicio: un acto de amor hecho al que tiene hambre, sed, al extranjero, al que está desnudo, al enfermo, al prisionero (Cf. Mt 25, 34-36) se hace al propio Jesús.

    Reconociéndole a Él, ella se consagró con toda devoción, expresando la delicadeza de su amor esponsal. De esta forma, en total donación de sí misma a Dios y al prójimo, la Madre Teresa halló su gran realización y vivió las más nobles cualidades de su feminidad. Quiso ser un signo «del amor de Dios, de la presencia de Dios, de la compasión de Dios» y así recordó a todos el valor y la dignidad de cada hijo de Dios, «creado para amar y ser amado». Así hizo la Madre Teresa, «llevando las almas a Dios y Dios a las almas» y saciando la sed de Cristo, especialmente en aquellos más necesitados, aquellos cuya visión de Dios había quedado oscurecida por el sufrimiento y el dolor.

  5. «El Hijo del hombre ha venido para dar su propia vida en rescate de muchos» (Mc 10, 45). La Madre Teresa participó en la pasión del Crucificado, de forma especial durante largos años de «oscuridad interior». Fue aquella una prueba a veces muy dolorosa, acogida como un singular «don y privilegio».

    En las horas más oscuras se aferraba con mayor tenacidad a la oración ante el Santísimo Sacramento. Este duro trabajo espiritual la llevó a identificarse cada vez más con quienes servía a diario, experimentando la tristeza y hasta el rechazo. Amaba repetir que la mayor pobreza es no ser deseado, no tener a nadie que se ocupe de uno.

  6. «¡Danos, Señor, tu gracia, y en Ti esperamos!». Cuántas veces, como el Salmista, también la Madre Teresa en los momentos de desolación interior repitió a su Señor: «¡En Ti, en Ti espero, Dios mío!».


Nuestra admiración a esta pequeña mujer enamorada de Dios, humilde mensajera del Evangelio e infatigable bienhechora de la humanidad. Honremos en ella a una de las personalidades más relevantes de nuestra época. Acojamos su mensaje y sigamos su ejemplo.

Virgen María, Reina de todos los Santos, ayúdanos a ser a ser mansos y humildes de corazón como esta intrépida mensajera del Amor. Ayúdanos a servir con la alegría y la sonrisa a toda persona que encontremos. Ayúdanos a ser misioneros de Cristo, nuestra paz y nuestra esperanza. ¡Amén!

[Traducción del original en italiano e inglés realizada por Zenit]. ZS03101902

Benedicto XVI - A los escolapios (25, VIII, 2007)

Al Reverendo Padre
JESÚS MARÍA LECEA
Superior General de las Escuelas Pías – Padres Escolapios
Benedicto XVI
25 de agosto de 2007

Me he enterado con gran satisfacción de que esta Orden de las Escuelas Pías se prepara para conmemorar, con las iniciativas oportunas, el 450º aniversario del nacimiento del Fundador, San José de Calasanz. Por tan feliz circunstancia, me es grato enviarle a usted, a todo el Instituto religioso, a los fieles laicos que participan de su espiritualidad y a cuantos forman la Familia Calasancia, como también a los que participen en las celebraciones jubilares, mi cordial y paternal saludo, contento de que sean oportunamente recordadas la figura y la obra de tan ilustre sacerdote y educador.

San José de Calasanz nació en Peralta de la Sal, en Aragón (España), en 1557. Ordenado sacerdote en 1583, tuvo que desarrollar importantes misiones en varias diócesis de España. En 1592 se encaminó a Roma para el desempeño de delicadas gestiones con la Santa Sede, pero aquel resultó sólo un viaje de ida. En la Ciudad eterna, de hecho, se sintió impresionado por la miseria de la juventud que vivía en los barrios más pobres y marginados, y escuchó la voz del Señor que le decía: “José, entrégate a los pobres. Enseña a estos niños y dedícate a ellos”.

Después del Concilio de Trento habían surgido ya muchas escuelas festivas de catecismo bajo la tutela de parroquias y confraternidades, y se hacía bastante más que hasta entonces. Pero en él maduró un proyecto completamente nuevo: es decir, el de salvar a los jóvenes, procurando realizarlo mediante la enseñanza de la fe y de la moral, al mismo tiempo que de las ciencias humanas, en escuelas diarias y gratuitas, con programas graduados, clases escalonadas y exámenes. Calasanz emprendió esta obra suya en la escuela fundada por el párroco de Santa Dorotea, en el Trastévere, transformándola poco a poco en la primera y verdadera escuela popular de Europa. Su proyecto educativo se resumía en el lema:”piedad y letras, que hoy se podría traducir por “fe y cultura”, y a su obra le dio el nombre de “Escuelas Pías”.

Se encontró que era fundador casi sin haberlo querido, con alumnos que se amontonaban y para los que encontró nuevas aulas. Para resolver el problema fundamental de los maestros, con la aprobación del Papa Paulo V, fundó en 1617 la “Congregación Paulina de los Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías”, compuesta por sacerdotes y educadores, dedicados a la formación humana y cristiana de los jóvenes, mediante la escuela. En 1622, Gregorio XV erigió la reciente Congregación en Orden Regular, lo que favoreció su expansión por Italia y Europa. San José de Calasanz murió a los 90 años en Roma, el 25 de agosto de 1648, después de una vida ajetreada, en la que no faltó la hora de la prueba. Canonizado en 1767 por Clemente XIII, en 1948 fue proclamado por Pío XII “Patrono ante Dios de todas las escuelas populares cristianas del mundo”.

En el centro de la obra educativa él colocó el respeto a la personalidad de cada niño, en el que reconocía la imagen de Cristo. Reivindicó y fue el primero que promovió su derecho a la instrucción y a la educación, comenzando por los niños pobres. No sólo luchó enérgicamente por una escuela ofrecida a todos y, por consiguiente, gratuita, sino que quiso que fuera también obligatoria, hasta reclamándola a la autoridad pública, para forzar a los niños ociosos a frecuentarla. Por medio de las Escuelas Pías intentó salir al encuentro de las necesidades materiales y espirituales de la juventud de su tiempo y, para educarla, dio gran importancia a las ciencias y a las matemáticas, como también a las humanidades. “Si en este momento me encontrara con diez mil religiosos –escribe- en un mes podría distribuirlos por aquellos lugares que me los solicitan con grandísima instancia” (carta 2027).

Su ardiente deseo de educar a todos los niños mediante sus escuelas para los pobres, así como su apoyo a los descubrimientos de Galileo, le ocasionaron la oposición de muchas personas y de no pocos representantes de la sociedad civil y eclesiástica. Frente a tales dificultades y a todo tipo de incomprensión, mostró siempre una heroica y ejemplar paciencia.

Es por lo tanto muy oportuno hacer memoria de este celoso sacerdote y generoso educador, a los 450 años de su nacimiento. ¡Cuánto tuvo que sufrir él para asegurar la escolarización primaria de todos sus niños! Probado con duras adversidades, no desistió de seguir su camino y continuó sirviendo a la Iglesia de un modo tenaz. Este testimonio suyo constituye una enseñanza útil para todos. Nos ayuda a comprender con qué generosidad todo discípulo de Cristo, no obstante las oposiciones y humillaciones, los obstáculos y persecuciones, debe mantenerse constantemente fiel al Señor. Para seguir a Jesús crucificado, nuestro único y verdadero Maestro, es necesario adherirse al Evangelio, sin compromisos ni miedos, y tomar cada día la propia cruz. Son siempre actuales las palabras del Señor: “Si alguno quiere venir detrás de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y me siga” (Mt 16, 24).

Deseo de corazón que las celebraciones jubilares ofrezcan la ocasión de conocer mejor el mensaje de San José de Calasanz, y de apreciar aún más su sabiduría y su fortaleza interior. Contemplando su vida y su ejemplo, pueden los Religiosos Escolapios y los miembros de la Familia Calasancia, crecer en la fidelidad a su misión de “cooperadores de la verdad”, evangelizando y educando desde la primera infancia a los niños y jóvenes, especialmente a los más pobres, afrontando con ardor misionero los retos de la época moderna. Hoy día, como le sucedió al santo Fundador, es preciso saber caminar a través de las asperezas de la vida, permaneciendo firmes en la escucha y obediencia de Cristo.

Quiera el Señor, por la intercesión de María, Sede de la Sabiduría, conceder con generosidad a los Padres Escolapios el don de una renovada fidelidad a su carisma. Suscite en ellos, y en los colaboradores laicos que comparten con ellos la misión y la espiritualidad, el deseo de anunciar y testimoniar a Cristo a los niños y a los jóvenes, transmitiéndoles aquellos altos ideales humanos y evangélicos que han inspirado incesantemente la vida y la obra de San José de Calasanz. A tal fin, aseguro un recuerdo en la oración y, auspiciando abundantes gracias celestiales, me es grato impartirle a usted, Reverendo Padre, y a toda la Familia Calasancia, así como a los que participen en las celebraciones jubilares, la implorada Bendición Apostólica.

Castel Gandolfo, 25 de agosto de 2007.