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Friday, February 09, 2007

AÑO JUBILAR CALASANZ - 2007

APERTURA DEL AÑO JUBILAR
CON MOTTVO DEL 450 ANIVERSARIO DEL NATALICIO DE
SAN JOSÉ DE CALASANZ,
FUNDADOR DE LAS ESCUELAS PÍAS
Manuel Ureña

Arzobispo de Zaragoza


El día 3 del pasado mes de diciembre, S.E. Rvdma. Mons. Femando Sebastián Aguilar, Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela, clausuraba en el Castillo de Javier el Año de gracia con motivo del 500 aniversario del natalicio de San Francisco Javier.

Aquel mismo día abríamos en toda la Iglesia un nuevo año Santo con motivo del 800 aniversario de la fundación de las Madres Dominicas Contemplativas, fundadas por Santo Domingo de Guzmán el año 1207.

Y, hoy, día 14 de enero del año entrante, S. E. Rvdma. Mons. Manuel Monteiro de castro, Nuncio Apostólico en España, abre en Peralta de la Sal, provincia de Huesca y diócesis de Barbastro - Monzón, el Jubileo con motivo del 450 aniversario natalicio de san José de calasanz, uno de los más grandes hombres de Aragón de todos los tiempos y uno de los mayores santos que registra la historia.

Damos gracias a Dios por tan fausto acontecimiento, pues entramos de nuevo en un tiempo escogido lleno de gracias celestiales, entre las que descuella el don de la indulgencia plenaria, que redundará en bien espiritual de todos los fieles que lleguen a ser dignos de lucrarla.

La Iglesia y la sociedad deben mucho a san José de Calasanz, el creador de la pedagogía moderna que plasmó ésta de modo singular en las "Escuelas Pías".

Nace José de Calasanz en la villa aragonesa de Peralta de la Sal el 3l de Julio de 1557, justo en los albores del reinado de Felipe II. Su madre, Doña María Gastón, una mujer ejemplar, educó cristianamente a sus ocho hijos y muy especialmente a José, el más pequeño, al que inculcó una tierna devoción a la virgen y un agresivo odio al pecado y al demonio. Permítaseme señalar, como dato curioso, que el infante José, a los cinco años de edad, solía escaparse a los olivares más próximos del pueblo, cuchillo en mano, para matar al demonio, esa persona. espiritual pura y "homicida desde el principio", al que Doña María, muy fina catequista, presentaba a su hijo como el más temible de los enemigos. ¡Qué gran madre era aquella mujer!.

Sintiéndose muy pronto llamado al sacerdocio, comenzó los estudios superiores de Filosofía y de Teología en la universidad de Lérida, estudios que quiso culminar en Valencia. Pero en la Ciudad del Turia le esperaba el Tentador a travé de la lascivia de una dama, dispuesto a truncar aquella tan hermosa vocación sacerdotal, lo que
le hizo abandonar rápidamente Valencia. ¡Qué bien había integrado José en su alma entonces veintiúnañera las magistrales enseñanzas de su madre Doña María!.

De Valencia se traslada a Barbastro en donde recibe las sagradas órdenes en 1583.

En 1592 marcha a Roma para mejor asegurarse la canonjía a la que; desde hacía tiempo, venía aspirando. Pero Dios le esperaba allí, en la ciudad Eterna, para hacerle plenamente santo; maestro de los niños, de todos los niños, con especial preferencia por los más pobres y abandonados; y fundador de una orden religiosa, los Escolapios.

En noviembre de 1597 funda en la iglesia parroquial de santa Dorotea de Roma la primera escuela pública, popular y gratuita de Europa. Tanto es así que, cuando los estados europeos se deciden, desde mediados del siglo XIX a principios del XX, a establecer la gratuidad de la enseñanza, toda Europa estaba ya sembrada de colegios escolapios que la impartÍan gratis. En España, por ejemplo, se publicaba la Ley Moyano sobre la gratuidad de la enseñanza en 1857, y había de pasar casi medio siglo hasta la creación de un Ministerio de Educación.

Pero tan importante como la gratuidad de la enseñanza fue la ley de oro que habría de observarse en ésta según José de Calasanz. Toda la enseñanza debía ser integral, esto es, habría de tener como meta la instrucción de la mente en los saberes humanos y la forja de la persona a partir de los principios de la ley natural y del santo temor y amor a Dios. Su lema fue siempre:"Piedad Y letras", lo que tiene mucho que ver con el principio tan conocido de San Juan Bosco: "Formar buenos cristianos y honrados ciudadanos".

Aprendamos hoy de la gran herencia de san José de calasanz y de sus Escuelas Pías. Nos hace mucha falta en el desierto que estamos viviendo, un desierto en donde, o bien crece sólo la planta de la instrucción y se olvida crasamente la formación de la persona, o bien, lo que es peor todavía, se intenta más de una vez manipular ésta, la persona, desde ideologías contrarias a la verdad del hombre.

Manuel Ureña
Arzobispo de Zaragoza

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